Os hablo en primera persona, me encuentro escribiendo este texto unas horas antes de estrenar mi primer tema de mi primer disco, Mar Verde. Está a punto de publicarse “Campanas de la Victoria”. Desde que comencé a tocar la guitarra y adentrarme en este maravilloso mundo que es el flamenco siempre me atrajo mucho llegar a realizar mis propias composiciones y llegar a tocarlas.
A día de hoy, ese pensamiento sigue en mí aún con más fuerza si cabe. No entiendo la música como una exhibición donde sólo habita lo mecánico (qué palabra más fría para hablar de arte), me gusta que detrás de cada pasaje o frase musical haya una vivencia, una experiencia, un motivo, un algo que contar. Esa necesidad de contar mis cosas es lo que me lleva a al menos hacer el intento de hacer mi música, siempre desde el respeto y el amor más profundo al arte y en concreto al flamenco.
“Campanas de la Victoria” es una composición que comencé a fraguar a raíz del fallecimiento de mi abuela, Matilde. El sonido de las campanas de la Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Victoria aquel fatídico día se me quedaron grabadas y de ahí saqué esta pequeña letra:
“Las campanas de la Victoria anunciaron la partía de mi abuela Matilde, la que tanto quería”
Nunca he sido, ni soy, muy dado a mostrar mis sentimientos, ni muchos de mis pensamientos. Esa letra la mayoría de las personas que me rodean, incluida mi madre, la conocerán una vez que se publique el tema. Nunca he hablado con nadie de nada de esto.
El desarrollo de la obra quería que siguiese el mismo carácter que me llevó a escribir esa letra, por ese motivo comienzo tocando repitiendo siempre el bordón pretendiendo imitar el sonido de las campanas y a partir de ahí, comenzar a construir. Llego hasta al trémolo y tras él, poco a poco voy buscando el final donde doblo la velocidad y busco esa maneras de entender la seguiriya que tenían tocando los grandes maestros en las grabaciones de antaño.
Para dar veracidad a todo lo que tenía en la cabeza decidí junto las indicaciones de Domi Serralbo (productor de este disco) y mi hermano Marco (mis pies y mis manos), grabar el tema en el interior de la iglesia y en riguroso directo para añadirle un puntito de emoción al asunto.
No me extiendo mucho más, espero que os guste y que sea de vuestro agrado.
Un fuerte abrazo, David de Arahal
MÚSICA
Guitarra y Composición: David de Arahal
Palmas: Dani Bonilla y Jorge Pérez “El Cubano”
Cajón: Paquito González
Producción y Mezcla: Domi Serralbo
Mastering: Alex Psaroudakis
Productor ejecutivo: Cienxcien Flamenco
CRÉDITOS
Dirección y Realización: Marco A. Álvarez Iglesias
Dirección de Arte: Juan Luis Saborido Ramírez
Dirección de Fotografía: Manuel J. García Sánchez / Rocío López de la Calle
Maquillaje: María José Rodríguez Romero
AGRADECIMIENTOS
Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Victoria
Momentos de la grabación
Vídeo
Alma brotada en una sonanta
con hilos de cristal de su guitarra,
donde borda un jardín con palabras
que vive y muere en la garganta.
Colmena soñada de piel sonora
que vierte notas con alas doradas,
sobre una taranta derramadora,
artesana de miel madrugadora.
Silueta de cuatro sensibles lunas
donde se unen… soleá, caña, tientos…
en el gran corazón de su cintura.
Seis cuerdas con añejos sentimientos,
alegría, dolor, gozo, amargura…
Emociones que traspasan los tiempos.
Francisco Javier Auxilia
“Este soneto un poco con sabor Lorquiano, viene por una taranta que le escuché a David. Para mí David y la guitarra se funden el uno en el otro. Todo es armonía, esa armonía que es bombeada por dos corazones al mismo tiempo. Como si ese toque y esas notas emanaran de las raíces de la misma naturaleza. De ahí que me transmita tantas emociones… De esas que traspasan los tiempos.”
Francisco Javier Auxilia Espinar natural de Arahal (Sevilla), 18-11-1976. Aficionado al flamenco en todas sus vertientes, cante, toque y baile. Amante de las letras y la poesía, sobre todo de los clásicos (Lorca, Bécquer, Alberti, Machado, Buenas, Góngora, Hernández…).